Para mí, crear es introspección. Es silenciar el ruido exterior para escuchar el interior, donde las emociones cobran forma y color, esperando pacientemente a emerger en el papel.
El silencio es mi refugio creativo. En esta quietud donde todo se detiene, las ideas fluyen y cada segundo se convierte en un murmullo que enciende la creatividad.
Cuando pinto, no intento representar la naturaleza tal y como es, sino capturar la esencia, lo que respiramos cuando entramos en un paisaje.